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martes, 23 de septiembre de 2014

Cuida a tu equipo de trabajo


Ante un contexto negativo como el que vivimos, con alarmantes datos económicos, desempleo…, resulta muy complicado mantener el estado de ánimo. Si ya entramos en equipos de trabajo, la labor resulta más ardua. 



Mantener motivados a los colaboradores supone un reto para la figura del líder. Trabajar en un contexto adecuado es sinónimo de productividad, de éxito empresarial y profesional. Es aquí donde entra en juego la motivación. La motivación es una pieza clave en el rendimiento de las personas. De ahí la importancia de cuidarla cada día. 

Para mantener la motivación y continuar liderando, sea cual sea el entorno, tenemos que trazar un camino y unos objetivos, quizás algunas líneas básicas que nos pueden ayudar son:

1) Definir correctamente la Misión y Visión. Cada miembro del equipo de trabajo debe conocer sus funciones, debe saber que forma parte de algo, que su trabajo tiene un propósito. El líder es el encargado de conseguir que el colaborador se identifique con los valores de la organización. Para ello, debe definir correctamente la Misión y Visión, para involucrar a todos los miembros del equipo. 

2) El entorno se crea, no se impone. Al contrario de lo que piensan muchos, el entorno se puede controlar, ya que el factor de cambio más importante son las personas que lo forman. Generar un entorno laboral adecuado es labor del líder, que debe fomentar el interés y preocupación por todas las actividades que se lleven a cabo, valorando y apreciando el esfuerzo hecho por los colaboradores. 

3) Comunicación. Esta es la clave de todo. No puedes saber cómo se sienten tus colegas si no hablas con ellos. La Comunicación No Verbal nos da pistas, pero es necesario expresar de forma clara qué es lo que preocupa al equipo. Ponerlo por escrito es una buena técnica. El líder ha de obtener feedback de sus colaboradores, una labor que enriquece (y mucho) el trabajo diario. 

4) Dar ejemplo. El líder es el referente de su equipo. Todos se fijan en él. Si éste quiere conseguir algo de sus colaboradores, debe ser el primero en dar ejemplo cumpliendo lo que predica. La coherencia entre idea y actuación genera confianza. 

5) Fomentar la toma de decisiones. Cada individuo del equipo debe ser tratado de forma autónoma. Se le debe dar libertar de actuación, siempre que se hayan interiorizado los objetivos por los que se trabaja. 

6) Celebrar los logros. Esfuerzo y recompensa. Es necesario reconocer los éxitos, hay que verbalizarlos. Si el equipo no sabe si lo está haciendo bien o no, difícilmente tendrá ánimo para continuar con las tareas asignadas. De la misma forma, nunca se debe culpabilizar a un colaborador que haya cometido un error. Lo que se intenta es que cada miembro sea capaz de autoevaluarse de forma autónoma. 

7) Crear hábitos positivos. Un café a media mañana, una reunión informal... las buenas rutinas pueden ser extralaborales, y tienen su repercusión en el ámbito profesional. Hay que buscar en el día a día ese momento positivo para el líder y su equipo. 

Mejoraremos la motivación de las personas, que son sin duda alguna el recurso más importante de cualquier empresa





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