Anuncio

sábado, 16 de mayo de 2020

Conciliar, ¿una misión imposible?

 
Con el curso escolar suspendido y la progresiva vuelta de los adultos al trabajo, la gran incógnita es qué hacer con los niños en casa. Que los abuelos se queden al cargo de los nietos no es una opción esta vez, dado que los mayores son población de riesgo.


Algunos adultos han recuperado o están a punto de recuperar sus rutinas laborales, pero… ¿Qué hacen sus hijos en casa? ¿Con quién se quedan? ¿Hay algún plan previsto para la conciliación durante la desescalada? De momento, y como tantas otras cosas en esta crisis sanitaria, hay más dudas que certezas.

El protocolo diseñado por el Gobierno apenas señala vagamente que hay que continuar fomentando el teletrabajo y que, en una segunda fase, se contempla “la apertura de las escuelas de infantil hasta 6 años para familias que acrediten que los progenitores tienen que realizar un trabajo presencial”. Esta medida, además de que incluye una limitación de aforo de los centros y estrictas medidas sanitarias, se queda corta a juicio de muchos progenitores.

La cruda realidad nos muestra que los padres que tienen que trabajar de forma remota en espacios muchas veces no aptos, (ahí está la cocina como último recurso); con ordenadores limitados (uno o dos para toda la familia): con unos sistemas informáticos que a veces fallan, con una conexión a Internet, muchas veces lenta y con unas habilidades informáticas de muchos usuarios, un tanto limitadas. ¿Estamos preparados para teletrabajar?

Lo que este 2020 de pandemia no es una opción es la tabla salvavidas a las que muchas familias recurren cuando se ven superados: los abuelos. Muchos los definen como "cuidadores informales" de los menores, pero hay que contar que son población de riesgo y que los chavales, aún asintomáticos, pueden ser portadores del virus. Así, muchos mayores han pasado casi dos meses sin ver a sus nietos y lo recomendable sería que, hasta que no se tengan certezas (y vacunas) sobre la enfermedad, continúe esta cuarentena familiar. No obstante, conforme se van relajando las medidas de confinamiento se ve que mantener estas distancias va a ser muy complicado.

El teletrabajo, además, aumenta el estrés de muchos empleados, sobre todo, si tienen criaturas pululando alrededor, sintiéndose "muy estresados" por el trabajo en remoto y en torno a la mitad de ellos tienen a cargo el cuidado de los que están en casa.

Por si esto fuera poco, no hay que olvidar nuestras obligaciones diarias: ordenar la casa, limpiarla, hacer la comida, mantenerse en forma con ejercicios diarios, salir (cuando toca) a hacer la compra.

De momento, los trabajadores con hijos menores de 14 años “seguirán contando con prioridad para proseguir el teletrabajo”. El Gobierno se remite a “las órdenes que se dictarán para cada una de las fases del plan de desescalada”, donde se irán concretando medidas. Por lo pronto, explican, está previsto que en la fase dos los alumnos de Secundaria puedan volver a clase con carácter voluntario y división de los grupos de más de 15 estudiantes al 50% para asistencia alterna. En cualquier caso, esa fase dos tardará aún en llegar y sabido es que muchos centros escolares no abrirán hasta pasado el verano.

Con este panorama… No es nada sencillo…hay serias dificultades para teletrabajar y poder cumplir con los horarios establecidos…”Esto no es conciliar”.



No hay comentarios :

Publicar un comentario

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *