Vaya pregunta, pero… ¿Te la has planteado alguna vez? Quizás sea una de las primeras preguntas que debas plantearte si buscas empleo o quieres mejorar tu marca personal.
Si no tenemos claro quiénes somos, lo que queremos y cuáles son nuestras prioridades, estaremos viviendo una vida de otro, la vida de alguien a quién no conoces, y eso nos va a impedir ser auténticos. No podremos generar confianza porque ni siquiera podemos confiar en nosotros por no saber cómo vamos a actuar.
Lo primero es establecer el objetivo. Tanto si pretendemos construir una marca para una persona como si lo deseamos para un grupo de personas, debemos establecer el objetivo que queremos conseguir y convertirlo en la opción preferente.
De nada sirve tener una estrategia elaborada si no sabes a dónde vas. ¿Sabes cuál es el objetivo de tu departamento? ¿Sabes dónde quieres llegar? ¿Sabes que quieres hacer con tu vida?
Una respuesta honesta a estas preguntas va a decir muchas cosas de nosotros mismos. Quizás demasiadas, y por eso es tan difícil de responder. ¿Y si nos damos cuenta de que lo que hacemos no es lo nuestro? ¿Y si hace años debimos haber elegido algo menos rentables pero más satisfactorio?
Por desgracia, prácticamente desde que nos embarcamos en nuestro primer proyecto profesional nos vamos dejando llevar y cuando queremos darnos cuenta vamos a la deriva. Es imposible construir una marca, personal o comercial, si no hay una visión.
Cuando descubrimos nuestra marca personal estamos trabajando como si lo que hacemos fuese un producto y por lo tanto es necesario hacer una profunda investigación. Si no se hace bien, todo lo demás no tiene sentido.
Una vez establecido lo que deseamos, tenemos que hacer un inventario de nuestros recursos. Debemos descubrir cuáles son las especificaciones de nuestro “producto”. Hemos de descubrir aquello que podemos aportar y que es relevante para nuestro “mercado”.
Experiencias de todo tipo, habilidades, pasiones, talentos ocultos, etc. Todo esto forma parte de lo que cada profesional puede aportar. La combinación de todos estos elementos nos convierte en seres únicos, diferentes y diversos.
Hay que tratar de descubrir aquello que podemos aportar, los elementos que nos hacen útiles y relevantes para los demás. Posiblemente nos demos cuenta de que nuestro “servicio” empieza a quedarse obsoleto. Pero incluso esta es una buena noticia, porque podremos tomar medidas correctoras para crecer tanto personal como profesionalmente.
Para tener éxito, sabes que tienes una marca por sí solo no es suficiente. Necesitas comunicarla a las personas apropiadas. Si pretendas llegar a todo el mundo, no tendrás recursos suficientes, por lo tanto debes elegir un ámbito acorde con tus metas.
Debemos entender que podemos conseguir mucho más de lo que creemos. Los grandes hombres y mujeres de la historia han tenido las mismas horas al día que nosotros, solo que, han sabido sacarles todo el provecho.
Las personas que aspiran a llegar alto de manera consistente suelen conseguirlo. Eso no significa que sea una garantía de éxito, pero lo que sí se puede asegurar es que quienes no aspiran a nada, es fácil que lo consigan, es decir, que no lleguen a nada.
No te voy a dar ninguna garantía de éxito y yo que tú huiría de cualquiera que te asegure que conoce la fórmula milagrosa. Vivimos en un mundo de incertidumbres y una marca es un instrumento que hace que otros se fijen en nosotros porque hace que seamos percibidos como referentes. Si supiésemos lo que va a pasar al final del proceso, sería mucho más fácil dar el primer paso, pero como eso no es posible, deberemos aumentar nuestras posibilidades de éxito y empezar a caminar. Dicen que la única forma de recorrer un camino es dar el primer paso y luego uno detrás de otro, ¿A qué esperas? ¿Confías en ti?
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