Pedir referencias sobre un
candidato es mucho más habitual de lo que nos pensamos. Muchas personas se
quedan paralizadas cuando le comentas que vas a pedir referencias, tranquilo, no
pasa nada, pedir referencias es una herramienta más de las que utiliza RRHH y
muy útil dado que permite obtener más información sobre el candidato, pero
sobre todo, de contrastar y respaldar todo aquello que ha indicado en las
entrevistas sobre su capacidad y aptitudes en anteriores puestos de trabajo. No
es que se desconfíe del candidato, no, solo se trata de ampliar información.
Son importantes siempre que podamos obtener una opinión fiable y equilibrada
del candidato.
Las referencias deben ser
solicitadas a las empresas en que el candidato ha trabajado anteriormente, pero
nunca a la que trabaja actualmente, por razones obvias de confidencialidad.
Conviene no hacer caso a las recomendaciones de familiares o amigos que nunca
han trabajado con el candidato, pues aunque la persona sea muy válida en el
terreno personal, puede no ser apta para ese puesto de trabajo concreto.
Lo más apropiado es obtener las
recomendaciones a través de superiores o personal senior de la empresa con los
que el candidato ha trabajado directamente. Si tiene poca experiencia
profesional, podemos pedir información a profesores que podrían dar detalles
sobre su perfil de estudiante y/o sobre la realización de prácticas, trabajos o
tesis que puedan servir para evaluar sus aptitudes y su desempeño en el nuevo
puesto.
Lo más recomendable es pedir al
candidato una manera de contactar con una persona que pueda dar referencias
suyas (nombre y apellidos, email y/o teléfono). En caso de necesitar más
información, podemos pedir al recomendador una segunda persona o cargo que
pueda recomendar al candidato. Esta podría aportarnos un punto de vista
distinto, al no haber sido proporcionada directamente por el optante.
No hay comentarios :
Publicar un comentario