Esta habilidad directiva alcanzaría
un liderazgo que sólo unos privilegiados pueden alcanzar. Unos elegidos que
tuvieron todo en sus manos y lo dejaron caer haciéndose todo pedazos. Para lo cual
habrá que arrasar con todo, minar la cohesión del grupo, despreciar el
conocimiento y la experiencia, establecer reuniones y más reuniones a ser
posible a última hora y sin previo aviso.
Junto a estas recomendaciones
para fracasar como directivo también te propongo que hagas hincapié en los
siguientes aspectos:
- Gestione mediante el miedo: todos los empleados están para servirle. Recrimínele a menudo y minimice las felicitaciones. Recuérdeles quien es usted y que ellos no están para penar, debiendo centrar su energía en trabajar.
- No comparta el éxito del trabajo: el mérito es sólo de suyo, usted es el genio. Los trabajadores sólo están para trabajar.
- Cuanto menos educado mejor: llegue siempre tarde. Procure que en las reuniones el móvil le suene en varias ocasiones. Hable lo más alto posible y con tono acusador. Modifique los acuerdos una vez tomados y abandone la reunión antes de que acabe, hay que seguir trabajando y no perdiendo el tiempo.
- Presión: muéstrese nervioso en todo momento, vaya de un lado para otro. Si alguna persona trabaja con calma, habrá que ponerla nerviosa hasta estresarla y provocarle ansiedad.
- Sea autoritario: adopte y haga cumplir unas reglas de conductas estrictas. Usted es el jefe, le ha costado mucho llegar ahí, muestre quien manda y quien es usted.
- Olvídese de sus orígenes y de los de su organización: todo iba mal hasta que usted llego, por lo que hay que cambiar la historia de la empresa, eliminando aquellos trabajadores que recuerden como se trabajaban allí anteriormente.
Por favor, seamos humildes y respetémonos
todos. Todos somos importantes y cada persona cumple un rol en la empresa igual
de valido que cualquier otro. Busquemos directivos con un liderazgo efectivo y
ético. Directivos y profesionales capaces de liderar con éxito a sus equipos, y
contribuir al desarrollo de las personas, de las organizaciones y de la sociedad en general.
Hay que contar con personas que
sepan gestionar con talento los equipos y los recursos de los que se disponen.
No debemos olvidar que el motor de las empresas son las personas. Personas que
deben formar equipos de verdad. Equipos en los que las personas se sientan
motivadas y satisfechas, y contribuyan entre todas a alcanzar los objetivos.
jose@demuestratutalento.com
demuestratutalento.blogspot.com
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