Parece que en los tiempos que corren vale todo y el respeto entre las personas brilla por su ausencia; en las empresas parece que se propaga como un cáncer de difícil tratamiento.
Está claro que el modo en que se lleva la gestión de las personas de una organización marca la diferencia y es una condición “sine qua non” para posicionarse de una manera en el mercado ya que el capital conocimiento es el que permite a las empresas que avancen y obtengan mejores y mayores beneficios.
Las empresas, independientemente del sector en el que nos situemos, tienen que crear vínculos de pertenencia y compromiso con sus trabajadores que se traduzcan en un buen clima laboral, unas adecuadas condiciones salariales y un plan de desarrollo que les permita crecer en la organización.
La crisis económica ha provocado malestar en las organizaciones porque se ha instalado en el imaginario colectivo de los empleados el miedo a perder su empleo, a la congelación de salarios o al no reconocimiento de beneficios sociales, entre otros. Eso provoca bloqueos psicológicos que impiden que las personas puedan sentirse bien con lo que hacen, provocando errores que hacen disminuir la productividad.
Desde el área de RRHH se ha de procurar identificar qué ambiente real tienen los empleados y de cómo se está gestionando la motivación para prevenir situaciones que se traduzcan en absentismo físico y emocional, falta de implicación y baja productividad.
Hay que cuidar el Talento. El talento es algo esencial y fundamental para que las organizaciones avancen y de ahí la importancia de buscar los mejores profesionales para que las empresas crezcan y sean cada vez más competitivas y productivas.
El talento no es un gasto en la cuenta de resultados sino una inversión que hemos de saber rentabilizar gracias a programas de desarrollo profesional que fortalezcan los vínculos entre los empleados y las empresas.
Para ello es necesario que educación y empleo sean “pareja para este baile” para que pueda dar respuesta a las necesidades reales del mercado, pues no se trata de tener profesionales con títulos, sino profesionales con conocimientos, que sepan hacer y sobretodo, sepan estar y ser.
Es hora que empecemos a ver la importancia de ver cuáles son las necesidades reales de nuestras compañías para que podamos escoger el talento que mejor se adapte y responda a las mismas dándole su justo valor y reconocimiento.
RRHH es el responsable de liderar equipos lo que supone gestionar la diversidad con una toma de Decisiones consensuada y que cuente con el apoyo de la Dirección, sepa establecer planes de Desarrollo para que los empleados puedan expresar su mejor saber y entender, en un ambiente invitativo, participativo y no impositivo.
No hay comentarios :
Publicar un comentario